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sábado, 25 de enero de 2014

¿Cómo decidirse a salir a correr? Ese pequeño impuso que te falta


Salir a correr cuando no tienes un hábito establecido, o lo que mal se llama rutina, es complicado. No porque te falte capacidad para ello, sino por la gran barrera psicológica que supone para muchos poner un pie fuera de la calle y comenzar a ‘rodar’.

Por mucho que yo u otro entrenador demos consejos o digamos esto o aquello, la motivación y lo que se dice ‘ganas de correr’, vienen de dentro. La decisión final la tomas tú y solo tú, yo tan solo te doy ese empujoncito o un gran empujón,  depende de lo profundas que estén esas ganas por llegar a un objetivo que no es otro de momento que salir a correr.

Una vez que decides salir a correr, que tu llama interior cargada de ilusión se enciende, es cuando realmente entra en acción mi papel de entrenador. Seré el motivador en tu largo camino hacia tu objetivo. Durante tus momentos fáciles y tus momentos difíciles, sobre todo en los difíciles que es cuando el que es entrenado necesita ser rescatado de las garras del pesimismo, el poder del miedo y la sensación de desilusión por no llegar a los guiones del entrenamiento.

Como he explicado en otros artículos y repitiéndome más que el ajo, en cualquier objetivo es necesario el tiempo. Evidentemente para cumplirlo con éxito y así ponerlo en nuestra vitrina de la victoria y no en la lista de fracasos.

El tiempo como dicen es oro y en épocas de crisis el oro siempre es un valor en alza, ¡qué mejor motivador! El tiempo es una de las excusas favoritas de muchos clientes a los que pretendo entrenar o a los que ya entreno. Es la excusa estrella igual que cuando estás en el colegio y dices que tu perro se comió los deberes. Cosas como: <<No tengo tiempo para…porque…>>, <<Estoy muy liado con el trabajo o mis hijos>>, etc.

Todos tenemos tiempo, unos más, otros menos y otros casi miserable pero lo que nos falta es ganas. Hay que reconocerlo de forma honesta con uno mismo, con programación todo es posible, solo hay que buscar esa chispa que nos lance a nuestra autorrealización y dejar de lado el mundo de los sueños para hacerlo  por fin realidad.

La santa pereza es la que nos ata a la cama, la que nos sienta en el sofá o la que nos pone en nuestra mano el control a distancia de la televisión. Hay que luchar contra la pereza y ponernos manos a la obra.

Lo que recomiendo, por lo tanto, es que cuando tenemos que ir a correr (con el objetivo de hacer una carrera popular, triatlón o tan solo por el mero hecho de ponernos en forma) es salir a correr a primera hora de la mañana. A ser posible, antes de desayunar. Si eres de esos que no funcionas sin tomarte tu café, haz un desayuno ligero, vas a correr, te tomas una ducha y luego repones energías y hambre con un tentempié o si quieres puedes llamarlo ‘segundo desayuno’.

Es difícil, duro, exigente, complicado, arduo, pesado, tedioso, odioso o hablando en plata una putada; el levantarse temprano para ir a correr y depende que hora u otra sin un alma en la calle, más. Entenderéis por qué correr de mañanas y no a otras horas, en este artículo.

Para llevar a buen puerto nuestro objetivo marcaté una programación, es decir, si entras al trabajo a las 8h, levantaté por ejemplo a las 6h. Corres tus 20 – 30 minutitos, te duchas y después al trabajo.

¿Qué ganas con esto? Principalmente ganas 3 cosas:

1  1.   Después de la ducha te sentirás activo, lleno de energía para encarar el día que te espera por delante.

2  2.   Estarás cumpliendo tu objetivo, salir a correr.

3  3.  Lo más importante, al correr a primera hora del día, tienes el resto de día para las cosas que normalmente ocupan tu tiempo y las famosas obligaciones que muchas veces no dependen de ti.

Existirían otra serie de beneficios, pero he incluido los que me parecen más importantes de cara a ganar la batalla psicológica a la pereza.

El correr por las mañanas es más ventajoso y beneficioso de cara a nuestros intereses que correr por las tardes. Os pongo un ejemplo y me entenderéis enseguida. Todo el día trabajando con el cansancio y estrés que por leve que sea, está ahí; tensión con el jefe por algo que crees que no dependía de ti, pero que igualmente la pagas tú y encima por la tarde tienes un día repleto de obligaciones como ir a comprar, etc, etc. <<Tengo que ir a correr ¡Qué pereza!, mejor mañana>>

Para días tranquilos y sin tanta carga quizás sea fácil ir a correr de tarde, pero para esta clase de días que os he descrito no. La excusa del cansancio, estado de ánimo, el huracán que ha pasado por mi casa u otra cosa; muere con esta técnica de correr por la mañana. Creedme cuando digo que cuando corres por las mañanas parece que el día es mejor y más productivo. No sé di serán las endorfinas que se liberan al correr o la proactividad que te da un objetivo cumplido, pero funciona.

El primer día, no os mentiré, será duro. El segundo día una tortura. El tercer día un infierno. Pero a la semana ya no pensarás que tienes que ir a correr, tu cuerpo te dirá: << ¡Levantaté que quiero ir a correr!>>

Dale tiempo al cuerpo, dejalé que se adapte en dos semanas. Si después de dos semanas no consigues una mínima adaptación, prometo que te doy 20 €. Eso sí propóntelo de verdad y no a medias tintas. Porque el que engaña serás tú.

Si eres ‘novato’ con 15-20 minutos para empezar no está nada mal, parece poco pero si lo haces a un ritmo constante y sin parar verás que no es moco de pavo (expresión que viene a decir que no es tan fácil como parece).

Si eres iniciado y entiendes un poco como funciona esto del ‘’running’’ pero por el contrario todavía no has dado un paso firme a la regularidad del salir a entrenar, no lo dudes más, corre por la mañana. Te recomiendo la primera semana a unos 25 minutos y la siguiente subiendo un poco el tiempo entre 30-35 minutos. Los tiempos y transiciones los controlas tú pues el marcarte un ritmo me parece absurdo, dado que cada atleta es un mundo.

Lo mismo recomiendo para los que ya están más rodados o incluso los que se dedican a preparar una triatlón.

¿Con qué frecuencia? Para novatos les pido una mínima de 2 salidas por semana y un máximo de 4 salidas. Es decir, durante la semana 2 ó 3 salidas y luego el fin de semana otra salida con una duración más larga, pero sin pasarse. Aproximadamente añade otros 15-20 minutos, como si hicieras dos sesiones en una. Por ejemplo durante si durante la semana realizas 15 minutos la cosa quedará así: 15m. + Descanso activo de 5m. + 15m. Corriendo a una intensidad más suave que al principio, lo cual no significa que vayas caminando.

Para iniciados 3 salidas mínimo y un máximo de 5 semanales incluyendo ‘la gran sesión’ del fin de semana. Las 5 salidas son optativas pues si se hacen 4 no pasa nada.

La frecuencia para los triatletas o los más experimentados en el running , ellos mismos la aplican gracias a la experiencia adquirida, lo único que cambia es probar a las sesiones mañaneras. No puedo establecer una frecuencia exacta cuando son más experimentados pues debería conocer al atleta personalmente y es ahí donde establecería su frecuencia, hábitos, entrenamientos, etc.

De todas maneras, me podéis preguntar cualquier duda al respecto y dar vuestra opinión personal. La escucharé con atención y transmitiré mis conocimientos y mi opinión. Estos artículos los hago desde ese prima. Estoy abierto a otros modos de entrenamiento y de pensar pues tan solo soy un profesional de la educación física y no un gurú barato de teletienda.


Espero que os guste el artículo de hoy y que tengáis un óptimo sábado y un genial fin de semana.

Bibliografía:

Guillermo Martín Odero 2013® como licenciado en las ciencias de la educación física y entrenador personal por la American College of Sport & Medicine.

jueves, 23 de enero de 2014

Consejo nutricional: la pera / a pera / the pear

Hoy os hablaré de esta fruta que tiene una variedad de unas 30 especies al menos (existen numerosas variedades, con sabores y colores diferentes) y se consume primordialmente al natural, en mermeladas o compotas.

La pera es refrescante y nutritiva, aporta minerales y diversos oligoelementos (cobre, magnesio, manganeso, yodo y sobre todo potasio), vitaminas y enzimas. El 85% de ella es agua por lo tanto es un alimento que cuenta con pocas calorías (100g aproximadamente 61 kcal), pero se compensa con su aporte en fibra que es uno de los más altos entre las frutas, y el aporte de carbohidratos de absorción rápida (12%).

La pera es rica en vitamina C, vitaminas del complejo B: tiamina, riboflavina, niacina y ácido fólico (B1, B2, B3, B5, B6, B9 y B12), contiene algo de vitamina A y pequeñas trazas de vitamina E y K. También posee minerales, como sodio, calcio, magnesio, manganeso, hierro, cobre, fósforo, azufre, cloro, yodo y sobre todo potasio. Por su abundancia en potasio, su consumo es conveniente para todos aquellos que toman diuréticos y que, por lo tanto, eliminan una gran cantidad de potasio. A fin de suplir las pérdidas, la pera es un excelente candidato. Dado su carácter ligeramente astringente es apropiada en caso de diarrea y, por su suave efecto diurético, en caso de retención de líquidos.

Esta fruta constituye una fuente de energía rápida. Una pera (150 g) aporta aproximadamente unas 70 calorías, la mayor parte de las cuales se encuentran en forma de azúcares, pero debido a la presencia de levulosa es muy bien tolerada por los diabéticos (de ahí lo de carbohidratos de absorción rápida).

Además la pera tiene otros beneficios a nivel de salud. Por su bajo contenido en hidratos de carbono y en sodio resulta recomendable para diabéticos, hipertensos y para quienes hayan padecido enfermedades cardíacas.


De gran valor en casos de reumatismo, gota, artritis, estrés, anemia, diarrea, obesidad e hipertensión arterial. La pera es de fácil y rápida digestión cuando está tierna y madura. Quienes tengan un aparato digestivo algo delicado, pueden tomarla cocida. Pierde así, no obstante, gran parte del contenido vitamínico, aunque no los minerales e hidratos de carbono.

También está indicada en el caso de exceso de peso. En efecto, cuando se desea eliminar grasa o combatir una retención acuosa, la pera es un alimento muy conveniente. En primer lugar por su bajo contenido calórico y en segundo lugar por su elevado poder diurético (mayor eliminación de agua a través de la orina). Tiene efecto alcalinizante de la sangre, lo que la hace indicada en dietas depurativas, contribuyendo a neutralizar el exceso de residuos tóxicos propios de una dieta rica en productos de origen animal.

Además y ya para acabar. es conocido el efecto hipotensor de la pera por su acción estimulante de la formación de orina, lo cual ha sido científicamente comprobado. Ello se debe a la casi nula presencia de sodio (que retiene agua, aumentando el volumen y la presión de la sangre) y a su elevado contenido en potasio (125 mg por 100 g), con efecto contrario.


Espero que os guste el artículo de hoy y buen día a todos/as



Bibliografía:

Nutrición de las frutas gracias al Dr Daniel Bonet.

Guillermo Martín Odero 2013® como licenciado en las ciencias de la educación física y entrenador personal por la American College of Sport & Medicine.

sábado, 18 de enero de 2014

¿Cómo acelerar el metabolismo y así mantener el peso de un modo efectivo?

Hoy me meto de lleno en algo que inquieta a muchas personas, la efectividad a la hora de perder peso.

Una de las malas costumbres que (normalmente) tienen las personas que quieren regular su peso es el de saltarse comidas, dándose un atracón de comida a medio día o por la noche.

He escuchado muchas veces lo que a mí, personalmente, me parece una mala escusa: “es que cuando me levanto no me entra nada” y bueno, creo que eso nos ha pasado a todos alguna vez, pero todo es acostumbrarse a intentar comer algo. Las escusas son el camino recto hacía no encontrar una solución a nuestro objetivo.


¿Qué es lo que hacemos normalmente? Nos levantamos, nos tomamos un café o té, vamos al trabajo/clase, allí nos tomamos otro café más… pasa la mañana y no hemos comido nada en todo el día, hasta que llegamos a casa y nos atiborramos de lo que haya. Llegando a comer más de lo que necesitamos, tan solo por el ansia creada en esas horas que no hemos comido nada y generando una dependencia psicológica a la hora de comer. Este hábito o práctica es la peor solución para regular nuestro peso.

También podemos pensar que, si nos cuidamos a la hora de comer y de cenar, pues a la fuerza tenemos que perder peso. Esto es una verdad, pero a medias. Si tienes 20 años pues seguramente adelgazaras haciendo esto, pero si eres una persona de más edad (y, sobretodo, una mujer) quizás te estanques y no veas bajar la balanza lo más mínimo. Por eso es necesaria aplicar otros estímulos.

El cuerpo está constantemente quemando energía, pero desgraciadamente también es muy listo. Si ve que no le das comida, entrará en un estado de “alarma” y bajará su metabolismo drásticamente, así que esa “quema de grasas” se verá reducida y la verdad es que esto no nos interesa. A veces el metabolismo necesita una ayuda extra para activarse y funcionar como el reloj que es, pero que se ve afectado por el ajetreo de la vida diaria y las enfermedades resultantes de este mismo. Por eso, hoy me propongo hablar sobre los hábitos que se deberían llevar.

1. Dieta no, alimentación equilibrada. Además de las tres comidas principales, recupera el almuerzo y merienda ligeros. Se deberían hacer entre 6 y 7 comidas al día. A veces el hecho de comer una manzana y un yogur, es suficiente para satisfacer una comida de estas 6 ó 7 al día.

2. Desayuna a diario. Desayunar despierta tu metabolismo, con lo que gastas más calorías a lo largo del día. Con un buen desayuno le estás dando a tu cuerpo todo lo que necesita para restablecerse tras el ayuno nocturno y tienes menos hambre el resto del día. Al mantener constantes los niveles de glucosa e insulina, puedes resistirte al bollo o el pincho de tortilla a media mañana, te sirve con una manzana y un zumo.

3. Controla la grasa Un trabajo italiano publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism demuestra que se queman más calorías tomando alimentos pobres en grasa. A igual número de calorías por comida, los alimentos ricos en proteínas y carbohidratos provocan mayor gasto de calorías (termogénesis) que los alimentos ricos en grasa.

Esto puede explicar por qué algunas personas engordan a pesar de comer muy poco (menos de 1.500 calorías al día), ya que toman raciones pequeñas de alimentos ricos en grasa como una barrita de chocolate o una porción de pizza, y en cambio hay otras que pueden comer grandes cantidades de alimentos sin engordar, pues escogen raciones grandes de alimentos como legumbres, verduras, frutas y cereales que apenas tienen grasa. Aunque también se deben a otros factores como el sedentarismo, tabaquismo y demás ismos.

4. Entrenamientos en ayunas. Hay una moda que se está extendiendo o que ya se ha extendido hace tiempo, para activar el metabolismo: entrenar por la mañana en ayunas. El objetivo es reducir las reservas de glucosa o glucógeno muscular para recurrir a las grasas de reserva para obtener energía durante el ejercicio. Yo entreno muchas veces siguiendo este método y además de ayudar a mantenerte en forma te deja activo para todo el día. Sí, lo sé, da pereza despedirse de la cama en esas mañanas frías de invierno y salir a correr; pero piensa lo siguiente, son tan solo 20 minutos de tu tiempo y luego viene una reconfortante ducha merecida después de una misión cumplida, salir a correr.

5. No a las dietas hipocalóricas. Si lo que quieres es adelgazar, necesitas gastar al final del día más calorías de las que ingieres. Comiendo se gasta energía para absorber, transportar, almacenar y metabolizar los alimentos. El llamado efecto térmico de los alimentos aumenta el metabolismo en reposo entre un 8 y un 16% durante las dos o tres horas tras la comida.


El metabolismo trabaja a tu favor, si comes funciona mejor, pero si no comes lo que necesitas, se ralentiza para que no falte energía, por lo que dejas de “quemar” la grasa acumulada y no pierdes peso. Además no mantienes tus niveles de energía altos a lo largo de todo el día, lo que hace que disminuya tu rendimiento, al hacer deporte o en tu vida diaria, y cuanto menos te muevas, menos gastas.

6. Controla los carbohidratos. Los carbohidratos son la mejor fuente de energía, pero no los tienes que eliminar de tu dieta. Toma alimentos ricos en carbohidratos de índice glucémico bajo, los más ricos en fibra (cereales integrales, arroz integral, verduras, hortalizas, frutas, etc.), evitando los de índice glucémico alto (azúcares, dulces, pastas, patatas, zanahorias, pan, etc.)

7. Modifica tu eficiencia. Cuanto más entrenas un deporte, más eficaz eres, lo que se traduce en que gastas menos calorías para hacer el mismo ejercicio. Por tanto modificar tus entrenamientos es vital. Haz lo que más te cuesta: cambios de velocidad, de ritmos, de cargas. Si nadas introduce elementos como las palas, etc. Para cada disciplina hay miles de variedades y entrenamientos, si te estancas es porque quieres.

Adelgazas más rápidamente cuando empiezas una actividad nueva. La explicación está en que tus músculos no están acostumbrados a ese tipo de movimientos, por lo que gastan más energía para moverse hasta que te vuelves más eficiente.

8. Baja el azúcar con canela. La canela tiene fama de afrodisíaca, pero ahora acaba de ser descubierta una nueva cualidad. Según un estudio del Departamento de Nutrición Humana de Maryland publicado en la revista Diabetes Care, basta con tomar un cuarto de cucharadita de canela al día para disminuir hasta un 30% los niveles de glucosa, colesterol y grasas en la sangre. Además, sólo contiene 3 calorías por gramo. En la cocina india como en otras que se reparten a lo largo y ancho del mundo las especias en el control de los correctos hábitos alimenticios se usan desde hace mucho tiempo atrás. Lo que para la gente es magia es tan solo saber a ciencia cierta que poner en las comidas y que no poner.

9. Apuesta por el picante. Siguiendo con las especias, ahora me centro en las picantes. Las especias y picantes (guindillas, curry, pimentón, chile, pimienta, tabasco, etc.) provocan mayor gasto energético por el simple hecho de generar calor, lo que acelera la combustión energética y actúa como quema-grasas durante la digestión.


10. Comer papaya. La papaya te ayuda a perder peso, por su bajo contenido en calorías (12 kcal/100g) y grasa (7 veces menos que un plátano). A esto hay que unir el efecto diurético del potasio y la presencia de papaína, una enzima que mejora la digestión de las proteínas, mantiene el metabolismo y favorece la combustión de las grasas (en artículos anteriores ya hablé de ello).

11. No olvides los lácteos. Han sido publicados varios estudios científicos que demuestran que las personas que toman 3 raciones de lácteos (leche, quesos o yogur) al día pueden llegar a perder más peso en una dieta que los que no lo toman. El secreto parece estar en el calcio de la leche que puede acelerar la combustión de las grasas. En otro artículo anterior hablé de los lácteos en profundidad:http://coachguillemartin.blogspot.com.br/2014/01/el-miedo-de-los-lacteos-en-el-fitness-y.html)

12. Vitaminiza tu metabolismo. Las vitaminas y minerales no adelgazan pero son necesarias para obtener energía a partir de los alimentos, y algunas son imprescindibles para el metabolismo energético. Si quieres "quemar" debes cuidar la dosis de vitaminas B (B1, B3, B6, B12, ácido fólico) cromo y cinc. En las farmacias venden polivitamínicos que son, sin duda, una ayuda imprescindible. Antes de tomar esta clase de polivitamínicos consulta con tu médico o con tu farmacéutico pues aunque no sea un medicamento propiamente dicho, puede desequilibrar tus dosis de la vitamina de tu metabolismo.

13. Maximiza el volumen. Puedes gastar más calorías cada día, comiendo. El cuerpo necesita energía para hacer la digestión de las comidas. El truco está en seleccionar los alimentos por su volumen y contenido en calorías, es decir: "llenar el estómago al máximo con el menor número de calorías por comida" con los llamados "Big Foods" (alimentos grandes), aquellos con una baja densidad energética o que contienen pocas calorías por 100 gramos, pero que ocupan un gran volumen, y muy ricos en fibra (que produce saciedad rápidamente).

14. Bebe durante el día. Beber agua a lo largo del día o incluso beber agua en las comidas ayuda a comer menos cantidad de alimentos. Además, el agua ayuda a limpiar y eliminar las toxinas que pueden favorecer la acumulación de grasa.

15. Varía tu dieta. No comas siempre los mismos alimentos cada día, el cuerpo se acostumbra a conseguir energía hasta de la lechuga si la comes todos los días. Hay que engañarlo un poco tomando alimentos variados, incluso algunos ricos en grasas como los pescados y el aceite de oliva para que la digestión no sea tan rutinaria y eficaz.

16. Alimenta tus músculos con proteínas sanas. Para conseguir un mayor porcentaje de masa muscular no basta con el ejercicio específico, necesitas que la alimentación aporte aminoácidos para crear las proteínas que forman los músculos. Escoge alimentos ricos en proteínas con menor porcentaje de grasa como pollo, pescados, huevos cocidos, quesos frescos, soja...

17. Toma algo antes de dormir. Para favorecer la ganancia de masa muscular no debes dejar pasar periodos de ayuno prolongados, durante la noche se pasan muchas horas sin comer, se ha visto que un pequeño tentempié proteico antes de dormir (una barrita de proteínas, un vaso de leche desnatada, un yogur, etc.) evita picos de insulina y glucosa en sangre y mantiene el motor digestivo. La gente que no come nada durante la cena, piensa que se hace un favor y en realidad (como aquellas que no desayunan) está ‘gripando’ el metabolismo.

18. Sé constante. ¡Importantísimo! Nada de esto sirve si abandonas. No abandones al mes, acelerar tu metabolismo para quemar la grasa de reserva no se consigue en unas semanas. Necesitas crear nuevos hábitos dietéticos y de entrenamiento para que tu metabolismo se ponga en marcha. El metabolismo es el conjunto de procesos que mantienen al organismo con vida, posibilitando desde que las células se renueven hasta que el corazón funcione. Como todo proceso, el metabolismo supone un intercambio energético. Consume energía para llevarse a cabo y esta energía se transforma en movimiento y en calor.

Espero que os guste el artículo de hoy y sobre todo que os ayude en vuestro que hacer físico 

Buen sábado y hasta otro artículo. Disfrutad del fin de semana.

Bibliografía:

Guillermo Martín Odero 2013® como licenciado en las ciencias de la educación física y entrenador personal por la American College of Sport & Medicine.

sábado, 11 de enero de 2014

No al método Osmin

Normalmente me alejo de discusiones de este tipo, pero uno tiene su paciencia y hoy seré menos comedido de lo normal.

Cada día se comenten más atrocidades laborales. La figura de entrenador en España siempre fue 'aquella que todo el mundo podría hacer' pero los que somos del medio de la educación física sabemos que ni de lejos, es así.

Hay muchas personas que dicen ser entrenadores y luego perjudican a los grandes profesionales que existen, otras que sin necesitar decir nada, entrenan a personas porque se lo vieron a alguien o porque leyeron un libro. No me mal intrepreteis, leer libros y culturizarse es bueno pero si me leo un libro de medicina básica no soy ni de lejos médico. Lo mismo pasa con la figura del entrenador.

Este intrusismo ha ocurrido gracias a las personas que nunca dieron valor a la figura de entrenador y que si fuera de un médico u otro profesional de la salud sería una barbarie suplantarlo o realizar sus funciones.

Esta parrafada que lanzo es porque ha nacido otro y con perdón diré, payaso. ¿Soy duro al decir el termino payaso? creo que me quedo corto. Sin más dilación diré el nombre de este 'genio' del parloteo y amigo del lesionar a personas que entrenan con él. No hablo de otra persona que Osmin Hernández y su ¡Método Osmin!.



Este personaje entrena aplicando su 'experiencia' militar de entrenamiento que no es otra que imitar lo que le vio a otros sin saber lo que hace...¿os suena? pues sí.

El medio audiovisual de España, el canal Cuatro además, está emitiendo su método en un programa enterito para el que en vez de dar una buena imagen a los entrenadores, agrava la figura de como somos y como trabajamos, y lo más importante nuestra profesionalidad.

Lo último que puedo decir al público que asista este programa de este 'entrenador' más falso que una moneda de chocolate, es que lo observen y honestamente aplicando el sentido común y el buen criterio sepan que ese de ahí no es un entrenador, es un showman para aumentar audiencias televisivas.

¿Porque me centro en este personaje en específico? Pues por lo mismo de siempre, la gente que tenga buen criterio lo verá como otro charlatán más. En cambio la gente que le cueste discernir entre lo correcto e incorrecto (hablando de actividad física) le imitarán. Si fuera alguien competente, imitarlo, dentro de lo malo, pues no sería tan fatídico para el que lo lleva a cabo (porque no a todos les funciona el mismo método o sistema de entrenamiento); pero la cuestión no es esa, están imitando a alguien que ya de por si, no tiene una bases de conocimiento en biomecánica, metabolismo en la actividad física, planificación de entrenamiento, etc, etc y eso llega a lo que nadie quiere, LESIÓN.

Espero que mi punto de vista os aporte otro prisma del entrenamiento correcto e incorrecto. No soy un gurú que lo sabe todo, solo doy mi opinión de lo que me parece algo atroz.

Para saber de que método hablo os dejo un link aquí:

http://noticias.lainformacion.com/arte-cultura-y-espectaculos/television/asi-es-el-metodo-de-osmin-hernandez-para-ponerte-en-forma_yJVVJZUf1Azyt0ZvTZi9f/

Buen sábado y hasta otro artículo. Disfrutad del fin de semana.

Bibliografía:

Guillermo Martín Odero 2013® como licenciado en las ciencias de la educación física y entrenador personal por la American College of Sport & Medicine.

miércoles, 8 de enero de 2014

El miedo de los lácteos en el fitness y la musculación

Por fin vuelve todo más o menos a lo normal. Después del descanso en las publicaciones, retomo de nuevo los artículos de mi blog y de esta página de facebook donde seguiré dando aportaciones del sector del ejercicio físico, rehabilitación, nutrición y fitness.

Hoy hablaré de la fobia que muchas personas tienen hacia la leche y/o sus derivados. Quien quiere mejorar su musculación a nivel de crecimiento o a nivel de lo que se suele llamar tonificación debe saber lo siguiente.

La leche es un alimento que ha sido relegado en los últimos años en el fisicoculturismo o en la musculación en general, la principal razón es que actualmente prevalece la tendencia a seguir dietas extremadamente bajas en grasa y carbohidratos.



Esto se debe a que en la mayoría de los casos, son un requisito para adquirir esa apariencia “ultracortada” que los fisicoculturistas competitivos muestran el día de los eventos, desde luego, cabe añadir que una persona que no compite a este nivel y pretende imitar un régimen alimenticio como el que recomiendan muchos de estos competidores, sólo consiguen disminuir la capacidad para incrementar su masa muscular y perder grasa, ya que el perfil hormonal y el factor genético son totalmente distintos.

Frases como: “Si tomas leches (o cualquier lácteo) vas a engordar”, “la leche tiene mucha grasa” y una serie de comentarios que originan que este alimento quede relegado y consecuentemente sea sustituido por otros con una calidad nutricional inferior, son motivo suficiente para hacer una breve reseña acerca de los beneficios de la leche. ¿cuáles son las ventajas de incluir leche y algunos derivados en tu alimentación? ¿Las personas que no pueden digerir la leche común y corriente, cómo pueden solucionar este inconveniente?

Para estandarizar algunos términos y recomendaciones, es bueno aclarar que cuando hablo de leche, me referiero a la leche de vaca, pero no del tipo que aún se vende recién ordeñada, me refiero a la que compras en el supermercado y se encuentra almacenada en envases tetrapack y no está condensada o en polvo. Es recomendable ingerir sólo leche descremada y semidescremada, ya que así minimizas el consumo de grasa. La mayor ventaja desde mi punto de vista que tiene la leche como alimento es el factor nutrimental y su precio, esto último muy importante dado los tiempos que corren.

Respondiendo a la primera pregunta que formulé antes, las ventajas de la leche son muchas, están enriquecidas con vitamina A y D además de contener unos 7 u 8 gramos de proteína en 250 mililitros. Contiene de 10 a 11 gramos (250 ml) de carbohidratos y en la misma cantidad de mililitros alrededor de 90 a 100 calorías.

Esa es la razón principal para incluir la leche como un alimento básico en tu dieta, puedes tomarla sola, o en un licuado con fruta, o con proteína en polvo. La verdad es que no existe nada como un licuado de leche con proteína en polvo de calidad, es muy insípido beber uno con agua en vez de leche ya que la leche le da una textura distinta y la degustación es muy diferente. El balance de aminoácidos y la biodisponibilidad de la proteína de la leche es muy buena, y como mencioné, el precio de un litro de leche no es tan prohibitivo cómo lo es para muchos de nosotros, el adquirir una buena proteína de suero de leche de intercambio iónico y microfiltrada, que dicho sea de paso, es lo mejor que el dinero puede comprar en lo que se refiere a proteínas de calidad.


Ahora me meto de lleno en las desventajas de la leche y respondiendo así a la segunda pregunta. Alguna desventaja teníamos que encontrar de la leche, y la más significativa es lo que se denomina “intolerancia a la lactosa”.

Esto para muchos de nosotros es una situación familiar, y se refiere a la incapacidad de poder digerir la leche, o para ser más específicos, a un azúcar que contiene la leche y es la lactosa.

Los síntomas causados por la intolerancia a la lactosa son: diarrea, flatulencia, y en general, una sensación de malestar en el estómago. La situación o causa de esta incapacidad para digerir la lactosa, es que se carece de una enzima que se llama lactasa, y es la que se encarga de procesar a la lactosa. Desde luego, existen en forma comercial enzimas de lactasa, que te ayudan a lidiar con estos problemillas, pero desde mi punto de vista es poco práctico.

Esta situación hacía imposible para muchos de nosotros pensar en incluir la leche en nuestras dietas. La solución muchas veces pasa por comprar leche sin lactosa pues las alternativas de comprar leche de avena o soja, muchas veces encarece nuestra cesta de la compra. El 'boom' por lo saludable se ve en la subida de precio de estos productos que hace unos años atrás no eran tan caros como lo con en la actualidad.

Ahora sigo con los derivados lácteos que también se suelen consumir en cualquier dieta nutritiva. De la leche se derivan otros productos como puedan ser los quesos o yogures.

Hay algunos quesos que son bajos en grasa y además contienen una buena cantidad de proteína, que es en su mayoría caseinato de calcio, lo más importante es que reviséis las etiquetas para conocer la cantidad de grasa que contiene el queso que deseéis consumir. Ya que hay algunos quesos que supuestamente deberían ser bajos en grasa y no lo son, como hay mucha variedad de quesos existente, es difícil generalizar, mejor revisad las etiquetas antes de comprar vuestro queso.

El yogur es un alimento que además de su sabor característico, tiene otras propiedades bastante interesantes, aunque es importante mencionar un comentario acerca de las versiones “light”.

Muchas de estas versiones light, contienen cantidades de grasa muy bajas, pero lo que hacen los fabricantes en la mayoría de los casos, es agregar una buena cantidad de azúcar para que el sabor entre los consumidores sea más aceptable, y aunque son versiones bajas en grasa, terminan siendo versiones con un contenido de azúcar muy grande, y a fin de cuentas resultan con un contenido energético igual o mayor que las versiones normales. Aunque existen excepciones como el yogur VITALINEA, que está endulzado con ASPARTAME (un edulcorante no nutritivo que es muy dulce).

El yogur además contiene bacterias benéficas que contribuyen a mejorar la absorción de nutrientes, y mantener en buen estado los sitios donde se lleva cabo el proceso de digestivo de los alimentos que ingieres, y aunque no son una fuente tan significativa de proteína como la leche o el queso, el sabor dulce y cremoso del yogur hacen de él un rico bocadillo.

Bueno ahí están mis razones para que no omitas el consumo de la leche y sus derivados, además de las alternativas para los que no pueden digerir los productos que contienen lactosa.

Espero os guste el artículo de hoy y que tengáis un buen miércoles 

Bibliografía:

Guillermo Martín Odero 2013® como licenciado en las ciencias de la educación física y entrenador personal por la American College of Sport & Medicine