Hoy mientras estaba viendo la televisión, un doctor era entrevistado sobre el mismo tema que nos ocupa ahora..
Intentaba explicar la relación que había entre los problemas emocionales y los dolores de espalda. Yo, hace unos 6 años atrás, no acababa de creérmelo. Comprendía algunas cosas, pero era algo escéptico a otras.
Ahora, años después habiendo oído hablar por la televisión a aquel médico, desde mi humilde posición como profesional de la actividad física, no sólo hago mías sus palabras, sino que afirmo que la practica totalidad de personas que padecen dolor tanto en la zona cervical (casi siempre acompañado de una gran contractura) como en la zona lumbar y lumbo-glútea (ciática), son consecuencias de una gran tensión producida por su forma de ser. Estas personas son "presas" del ritmo de vida en que se ven inmersas. Este cuadro va desde el propio stress, a ansiedad, pasando por desánimos, apetito incontrolado. Sobre todo son personas con una notable falta de autodeterminación.
El ser humano (homo erectus) desde su posición erguida, es decir; de pie, puede inclinarse hacia delante tanto que puede tocar con las manos en el suelo por delante de él, flexionando un poco las rodillas y las caderas. Bien. ¿Se os ha ocurrido hacer lo mismo hacia atrás? "Sencillamente no podemos". Es obvio que venimos de caminar a "cuatro patas". Nuestro esqueleto no difiere tanto de el de un perro, por ejemplo. Pero ellos se apoyan en cuatro patas y nosotros en dos, ¡bendita herencia!. Así que cada vez que nos inclinamos hacia delante tiene que haber unos músculos que nos sujeten el peso del cuerpo, más el que intentamos mover o desplazar y que cogemos o cargamos generalmente por medio de los brazos. Esto nos da pie a reflexionar que nuestros lumbares y erectores de la espalda están trabajando prácticamente de una manera continua.
No es que esto en sí sea un fallo de la naturaleza ni un fallo anatómico humano, no. El "homo erectus" irá cambiando en el lento pero constante proceso de evolución de la especie. Necesitamos unos músculos fuertes en general. Y puesto que el hombre está vertical, un gran equilibrio entre músculos antagónicos. Tanto en capacidad muscular como en longitud y flexibilidad. EN ESTE EQUILIBRIO RADICA EL BUEN FUNCIONAMIENTO LOCOMOTOR. (En otro artículo intensificaré sobre músculos agónicos y antagónicos).
La adaptación a esta postura erguida de los humanos ha llevado su proceso adecuado hasta este periodo en el que el sedentarismo, la falta de actividad física, la sobrealimentación y sobre todo la falta de conocimientos sobre alimentación, hacen que estemos yendo hacia atrás a una inadaptación en esta fase evolutiva. Antes eramos cazadores y nuestra actividad física se realizaba con gran desgaste durante etapas agónicamente largas, ahora eso es sustituido, por ejemplo, por ir al gimnasio. Esto por un lado; Por otro, y puede que más importante, es lo que se podría llamar ASIMETRÍA ADQUIRIDA.
¿Qué quiero decir con eso de asimetría? Bien, cuando nacemos, salvo excepciones, nacemos simétricos. Si se nace con una malformación genética, esta es otra cuestión que habrá que subsanar con intervenciones quirúrgicas, pero lo normal es que nazcamos a grandes rasgos, simétricos. Sin embargo a la vez que venimos al mundo así, traemos impresa otra predisposición, "Diestros" o "Zurdos". Esto en sí, no es malo. La naturaleza evidentemente no se equivoca. Nos equivocamos nosotros. Tener destreza para determinadas cosas con una u otra mano, o con pie o con otro, no es lo mismo que dejar todo un lado inactivo muscularmente para "cargarse" en el otro todo el movimiento amplio y el trabajo "pesado", así como las posturas y posiciones que hacen que tengamos un determinado tono muscular en un lado (en respuesta a ese vicio) quedando el otro flácido. Esto dicho así parece que no tiene excesiva importancia ... No la tendría si los músculos no serían quienes mueven los huesos, ¿sabéis?
¡Claro! Nuestra columna vertebral no es rígida. Tiene vértebras con una determinada capacidad de movimiento o flexibilidad . De esta manera si unos músculos están más tensos por estar más tonificados arrastrarán hacia sí esa zona de columna que les pertenece. Por el contrario, aquellos que están flojos, lo permitirán y así sucesivamente hasta que esa columna forme una "S".
Luego ... "que tengo una pierna más corta que otra" ... "que tengo un hombro más alto que otro" ... ¡Que narices vas a tener ... ¡
Cuando naciste no lo tenias. Endereza esa columna verás como esas piernas y esos hombros se igualarán.
En lugar de poner "alzas" en uno de los pies, o cargarte algo al hombro (Ej.: el bolso) siempre al mismo; que no hacen ambas cosas más que ejercitar más lo ya ejercitado y hacer más vago lo que no se activa, haz trabajo asimétrico pero a favor del lado que llamo "el de madera".
Más adelante os pondré sesiones y explicaré ejercicios para activar nuestra faceta de trabajos específicos para erradicar esta asimetría.
Espero os guste el artículo, buenas noches, y ya sabéis, si os gusta la página darle al like millones de gracias a todos
Guillermo Martín Odero 2013® como licenciado en las ciencias de la educación física y entrenador personal por la American College of Sport & Medicine.
Intentaba explicar la relación que había entre los problemas emocionales y los dolores de espalda. Yo, hace unos 6 años atrás, no acababa de creérmelo. Comprendía algunas cosas, pero era algo escéptico a otras.
Ahora, años después habiendo oído hablar por la televisión a aquel médico, desde mi humilde posición como profesional de la actividad física, no sólo hago mías sus palabras, sino que afirmo que la practica totalidad de personas que padecen dolor tanto en la zona cervical (casi siempre acompañado de una gran contractura) como en la zona lumbar y lumbo-glútea (ciática), son consecuencias de una gran tensión producida por su forma de ser. Estas personas son "presas" del ritmo de vida en que se ven inmersas. Este cuadro va desde el propio stress, a ansiedad, pasando por desánimos, apetito incontrolado. Sobre todo son personas con una notable falta de autodeterminación.
El ser humano (homo erectus) desde su posición erguida, es decir; de pie, puede inclinarse hacia delante tanto que puede tocar con las manos en el suelo por delante de él, flexionando un poco las rodillas y las caderas. Bien. ¿Se os ha ocurrido hacer lo mismo hacia atrás? "Sencillamente no podemos". Es obvio que venimos de caminar a "cuatro patas". Nuestro esqueleto no difiere tanto de el de un perro, por ejemplo. Pero ellos se apoyan en cuatro patas y nosotros en dos, ¡bendita herencia!. Así que cada vez que nos inclinamos hacia delante tiene que haber unos músculos que nos sujeten el peso del cuerpo, más el que intentamos mover o desplazar y que cogemos o cargamos generalmente por medio de los brazos. Esto nos da pie a reflexionar que nuestros lumbares y erectores de la espalda están trabajando prácticamente de una manera continua.
No es que esto en sí sea un fallo de la naturaleza ni un fallo anatómico humano, no. El "homo erectus" irá cambiando en el lento pero constante proceso de evolución de la especie. Necesitamos unos músculos fuertes en general. Y puesto que el hombre está vertical, un gran equilibrio entre músculos antagónicos. Tanto en capacidad muscular como en longitud y flexibilidad. EN ESTE EQUILIBRIO RADICA EL BUEN FUNCIONAMIENTO LOCOMOTOR. (En otro artículo intensificaré sobre músculos agónicos y antagónicos).
La adaptación a esta postura erguida de los humanos ha llevado su proceso adecuado hasta este periodo en el que el sedentarismo, la falta de actividad física, la sobrealimentación y sobre todo la falta de conocimientos sobre alimentación, hacen que estemos yendo hacia atrás a una inadaptación en esta fase evolutiva. Antes eramos cazadores y nuestra actividad física se realizaba con gran desgaste durante etapas agónicamente largas, ahora eso es sustituido, por ejemplo, por ir al gimnasio. Esto por un lado; Por otro, y puede que más importante, es lo que se podría llamar ASIMETRÍA ADQUIRIDA.
¿Qué quiero decir con eso de asimetría? Bien, cuando nacemos, salvo excepciones, nacemos simétricos. Si se nace con una malformación genética, esta es otra cuestión que habrá que subsanar con intervenciones quirúrgicas, pero lo normal es que nazcamos a grandes rasgos, simétricos. Sin embargo a la vez que venimos al mundo así, traemos impresa otra predisposición, "Diestros" o "Zurdos". Esto en sí, no es malo. La naturaleza evidentemente no se equivoca. Nos equivocamos nosotros. Tener destreza para determinadas cosas con una u otra mano, o con pie o con otro, no es lo mismo que dejar todo un lado inactivo muscularmente para "cargarse" en el otro todo el movimiento amplio y el trabajo "pesado", así como las posturas y posiciones que hacen que tengamos un determinado tono muscular en un lado (en respuesta a ese vicio) quedando el otro flácido. Esto dicho así parece que no tiene excesiva importancia ... No la tendría si los músculos no serían quienes mueven los huesos, ¿sabéis?
¡Claro! Nuestra columna vertebral no es rígida. Tiene vértebras con una determinada capacidad de movimiento o flexibilidad . De esta manera si unos músculos están más tensos por estar más tonificados arrastrarán hacia sí esa zona de columna que les pertenece. Por el contrario, aquellos que están flojos, lo permitirán y así sucesivamente hasta que esa columna forme una "S".
Luego ... "que tengo una pierna más corta que otra" ... "que tengo un hombro más alto que otro" ... ¡Que narices vas a tener ... ¡
Cuando naciste no lo tenias. Endereza esa columna verás como esas piernas y esos hombros se igualarán.
En lugar de poner "alzas" en uno de los pies, o cargarte algo al hombro (Ej.: el bolso) siempre al mismo; que no hacen ambas cosas más que ejercitar más lo ya ejercitado y hacer más vago lo que no se activa, haz trabajo asimétrico pero a favor del lado que llamo "el de madera".
Más adelante os pondré sesiones y explicaré ejercicios para activar nuestra faceta de trabajos específicos para erradicar esta asimetría.
Espero os guste el artículo, buenas noches, y ya sabéis, si os gusta la página darle al like millones de gracias a todos
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