Hoy un día más explicaré otra técnica que es necesaria para 'runners', triatletas (de larga y corta distancia) o simplemente gente que de vez en cuando sale a correr.
Sí, es la técnica de carrera. Tanto para los que pensabais que el correr no tenía técnica o era algo sin importancia y para los que sabíais que sí tenía importancia.
Para empezar a ganar eficacia en la carrera comenzaré por el torso y los brazos. Lo más importante es correr ERGUIDO. El torso influye mucho en el tren inferior. Uno de los errores más habituales consiste en inclinarse hacia delante en la dirección en la que corres. Alza la barbilla y mira fijamente hacia delante, deja los hombros un poco atrasados, balancea los brazos hacia adelante y hacia atrás y relaja la cara, las manos y los hombros.
Para los que sean más visuales y como diría Don Fink, tenemos que imaginar que una cuerda tira de tu cabeza hacia arriba en dirección al cielo. Ahora imagina una segunda cuerda saliendo de en medio del pecho y tirando de ti hacia delante en la dirección hacia la que avanzas. Mantener un control del pecho contribuye a relajar y dejar que los hombros se echen un poco hacia atrás. Este sencillo ejercicio ayudará a mejorar también tu respiración, la longitud de zancada y la eficacia en general. Debemos de ser óptimos en nuestros recursos energéticos en cualquier carrera.
Ahora le llega el turno de la técnica, al tren inferior, es decir desde la zona de la cadera hacia abajo. En cada zancada, aterriza sobre los talones y luego desplaza el peso sobre el ante-pié e inicia el despliegue de los dedos. No se produce ningún movimiento de rotación lateral. Todo el movimiento es en línea recta, de atrás adelante.
Evita los botes cuando corras, es un error habitual y además nos agota en exceso. Para corregir este error técnico prueba esto. Mientras corres, mira un objeto inmóvil a lo lejos (unos 60-80 m.): árboles, señales de tráfico, etc. Mientras mantienes la mirada sobre ese objeto, este debe mantenerse fijo. Si notas que sube y baja, recuerda, reduce el impulso del bote y corre con suavidad cada zancada. En una cinta de correr delante de un espejo, por ejemplo, también es válido centrarse en tus errores o virtudes.
Por último, ¿como afrontar cuestas o desniveles muy grandes? Primero de todo deciros que es importante es vuestros entrenos del día a día entrenar de vez en cuando subidas o cuestas, esto nos habituará a carreras de una exigencia más elevada y nos mantendrá descansados en las bajadas y rectas. Cuando subas una cuesta, deberás inclinarte un poco hacia delante. Siempre digo <<inclinaos sobre la cuesta>>. También debemos ahorrar energía reduciendo la zancada a un angulo más corto y augmentar levemente la velocidad del cambio de piernas, así mantendremos una velocidad constante con zancadas más rápidas y cortas consiguiendo una subida efectiva en el aspecto enérgico y psicológico. ¿Por qué psicológico? Cuando encaras una subida, muchas veces te entra una sensación de: <<¡uff cuanto queda!>>, te parece eterna. Prueba una técnica psicológica efectiva, que luego apliqué a mis entrenamientos y a los de mis clientes de entrenamiento personal, la técnica de las 20 respiraciones. En lugar de pensar lo duro que es o que las cuestas no son lo tuyo, mira al suelo delante de ti (unos 10 metros) contando tu respiración. Cada 20 respiraciones, alza la mirada y piensa cuanto te queda por llegar arriba. Podrás observar cómo progresa notablemente tu avance cada vez que mires de nuevo y por lo tanto hará más fácil tu subida a la cima.
Y recuerda, cada entrenamiento te hace mejor.
Bibliografía:
Guillermo Martín Odero 2013® como licenciado en las ciencias de la educación física y entrenador personal por la American College of Sport & Medicine.
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